martes, 17 de marzo de 2015

13 EL DIA ‘D’ – LA ESPERANZA ES LO ULTIMO QUE SE PIERDE

-Sabemos de dónde vienes y cuál es tu misión. Tu portal cuántico no ha fallado. Ya habíamos previsto tu llegada y nos preparamos para que ninguno de ustedes pueda ingresar aquí sin nuestro consentimiento. Qué gracioso eres Jonás, ¿así que ahora eres coronel?-. Se refería a la persona y al rango del uniforme que llevaba puesto, suplantando al Coronel Aylagas.
Empezaron los golpes. Primero fueron los puños del oficial en mi rostro, mientras los otros dos me sujetaban. Recuperándome de sus primeros saludos, escuché lo que venía. Uno de los oficiales me arrancó el medallón, pero la estampa que llevaba también fue arrancada. El oficial miró la estampa y me la arrojó por la cara, mientras le entregaba el medallón al militar que dirigía el interrogatorio. Yo recogí la estampa y la guardé en mi bolsillo.
-Sabemos que sin ‘esto’ no lograrán rescatarte y estando bajo custodia no podrás alterar el funcionamiento de nuestro reactor. Debes saber que un campo electromagnético rodea completamente la instalación militar, no siendo posible que tu armatoste del tiempo logre introducir a nadie sin nuestro conocimiento-.
Siguieron los golpes, esta vez uno de los soldados que nos custodiaban me lanzó un culatazo en la nuca. Era la primera vez que sentía un golpe de esa naturaleza que me postró de rodillas, aturdido por el intenso dolor.
-Queremos que conozcas a un amigo nuestro. Gracias a él hemos podido anticipar todos y cada uno de tus movimientos. Hemos saboteado cada parte de tu estúpido plan. Ni Anawi ni Kane podrán ingresar aquí, serán atrapados así como tú y después de nuestro éxito en fraccionar al asteroide y redirigir sus partes hacia la Tierra, les daremos una butaca muy especial para que sientan cómo serán destruídos completamente.
Abrieron la puerta de acero del lugar en donde me tenían recluído y apareció Critias sonriendo. Nos había traicionado. Por eso no quiso ir a ver a Ogul por segunda vez. Se daría cuenta que era un traidor. Entendí la desconfianza de Silvia y los atlantes del s. XXI-. No se puede confiar en aquél que no muestra sus pensamientos. ¿Cuánta información habría pasado por manos de Critias a estos reptilianos?
-No te esfuerces en calcular la dimensión de su traición porque tú acabas de entregarnos mucha mayor información- Critias es un lemuriano, tal como nosotros y podemos evitar ser escaneados. A su vez gozamos escaneando la mente de los demás. Por eso somos los más poderosos. Tu raza no puede competir con nosotros. Deben ser aniquilados-.
Estas noticias me caían como baldazo de agua fría. No es que perdía las esperanzas pero superar este nuevo ‘inconveniente’ sería por demás extremadamente difícil. ¿Mis compañeros del tiempo sabrían qué hacer para ayudarme ante esta novedad?
Mientras recibía los últimos golpes a manera de despedida, miré a mis alrededores. El único lugar por donde podía ver algo del exterior era una pequeña rendija en la parte superior de la puerta. Después que me abandonaron clausurando la prisión y luego de incorporarme, me acerqué a la puerta para ver si habría algo que me ayudase a preparar mi huída. […]
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En ese momento un soldado cruzó las puertas, mientras las cerraba con fuerza, asegurándolas para que no cedieran a los ataques de quienes en muy poco tiempo vendrían por nosotros. Era Guillermo, quien se alegró de verme trabajando con otros dos que al parecer serían amigos.
-Guillermo, ellos son Kane y Anawi y estamos ocupados en desviar el asteroide hasta que no pueda alcanzar la Tierra. Ese es el plan-, dije rápidamente.
De pronto, las luces de la sala se apagaron, encendiéndose las de emergencia. El reactor junto con las pantallas de los radares se había apagado del todo.
-Nos han cortado la energía para el reactor-, dije.
-Anawi, ubícate en el módulo principal y coloca la fuente de emergencia para reiniciar, gritó Kane. Anawi después de correr a toda prisa, se tiró al piso y colocó una pequeña caja que llevaba en una bolsa. Después de hacer un par de conexiones, confirmó que estaba todo listo.
-¿APS-supply ready?, dijo Kane refiriéndose al suministro alterno de energía.
-Listo y operativo-, dijo Anawi.
De pronto las luces volvieron a modificar su intensidad por unos segundos, al tiempo que el reactor se encendió y las pantallas de los radares se reiniciaron.
Como yo estaba a cargo el radar principal, no le quitaba el ojo. Su alcance era fenomenal porque podía ver al asteroide relativamente lejos de la Tierra pero bastante cerca a Júpiter. Teníamos muy poco tiempo para cumplir nuestra misión. Guillermo también se acercó. Le expliqué qué era cada cosa mientras apuraba a mis dos amigos para conseguir más energía para no fallar.
-¿Qué fue de Ogul? ¿Nos está ayudando?, pregunté.
-No pudimos sacarle palabra alguna. No llegó a confiar en nosotros-, dijo Kane.
-¿Estamos solos entonces?-.
-Si-.
La energía seguía desviando la trayectoria del asteroide, aunque no sabíamos si era suficiente o no. De pronto llegó el momento de la verdad. El asteroide en mi pantalla explosionó, fragmentándose en muchos pedazos. El radar principal había seleccionado con un círculo cinco de las partes más grandes, bloqueándolas de cualquier flujo de energía para desviarlos. A pesar que obtuvimos mucha más energía, ningún fragmento se desvió de las líneas virtuales señaladas en la pantalla del radar principal.
-Pienso que estos ya no son los controles del reactor, por eso no podremos hacer nada. Posiblemente tengan un centro de control alterno para superar este evento-, comenté.
-Estás loco-, dijo Anawi. -¿Cómo sabes eso?
-Si yo fuera ellos estaría aquí con toda la tropa frente a las puertas, tratando de derribarlas. Al no haber ruido alguno, este lugar ya no tiene la importancia que creíamos- Incluso nos estaban viendo por esas cámaras-. Probablemente hayan terminado de asegurar la trayectoria de los cinco fragmentos y ya no los necesitan más. Estarán buscando refugio en su ‘bunker’ para evitar el ataque de las fuerzas aliadas. Estamos ‘hechos’-, dije con pesimismo.

Repentinamente una cúpula de placas hexagonales a manera de cubierta empezó a desplegarse en círculos desde abajo hacia arriba. No sabíamos de qué se trataba ¿Se habría activado algo en forma accidental? ¿Habríamos caído en una trampa que estaba por terminar de cerrarse?

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